Las emisiones procedentes de la combustión del carbón van a aumentar en Europa, lo que pone de manifiesto las problemáticas consecuencias de la reducción del gas natural ruso que comenzó en junio», afirma Gabriela Herculano, gestora del iClima Global Decarbonisation Enablers UCITS ETF (CLMA) y del iClima Smart Energy UCITS ETF (DGEN).
De hecho, se trata de un paso atrás en la lucha contra el cambio climático, aunque, según Herculano: «A largo plazo, países como Alemania ya han anunciado que descarbonizarán sus fuentes de energía y las renovables sustituirán a los hidrocarburos, pero a corto plazo la alternativa es sustituir el gas natural por el carbón (que no requiere una compleja infraestructura de transporte, como el gas). Alemania, Italia, Austria y los Países Bajos han anunciado planes para reiniciar las centrales eléctricas de carbón».
Si la emergencia obliga a tomar decisiones drásticas, como la de volver a poner en marcha las centrales eléctricas de carbón, también hay que decir que las perspectivas de crecimiento a medio y largo plazo de las soluciones ecológicas -desde la adopción de vehículos eléctricos hasta el almacenamiento de energía limpia- son extremadamente sólidas, lideradas una vez más de forma significativa por Alemania.
Como siempre, esperemos que no sea demasiado tarde.